Entrevista al actor y músico: Nicolás Manservigi
Infancia
Tuve una infancia muy casera, siempre en familia. He sido un niño silencioso y no me gustaban los típicos juegos. Jugaba solo y me encantaba estar con los animales y las personas viejas.
¿Qué estudiaste en la universidad?
Estudié Psicología, pero no terminé.
¿A qué edad descubres que actuar y la música, son tu vocación?
Yo siempre he cantado, pero mi mamá me llevó cuando tenía 6 años a audicionar a un coro de niños de mi ciudad, y ahí comenzó todo. Desde entonces nunca he dejado de hacerlo ni de pulir mi técnica.
¿Que opinión tuvo tu familia al respecto?
En mi familia las inclinaciones artísticas son normales, ya que mi bisabuelo era director de orquesta, mi tía es artista plástica, mi papá canta y toca el piano (como pasatiempo), y mamá canta, y le gusta dibujar retratos… Es decir lo anormal hubiera sido que yo fuera abogado, por ejemplo.
Mi hermana Agostina además de ser nutricionista es actriz, y mi hermana menor, Valentina, es fotógrafa de moda. Mis padres tuvieron otras profesiones, pero siempre cultivaron su curiosidad artística.
¿Cómo se dan las oportunidades de ingresar a la escuela/cursos de actuación/música?
En el año 2009 viajé a Buenos Aires a hacer unos seminarios de canto y actuación para cantantes líricos en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y cuando me escucharon cantar me sugirieron quedarme para hacer la carrera de canto ahí dentro, entonces me instalé a vivir en la capital, pero finalmente desistí del ingreso porque la ópera me gusta, pero no como para dedicar mi vida a eso. No me gusta encerrarme ni encorsetarme en algo, prefiero tener libertad.
¿Cómo llega la oportunidad de incursionar en actuación ya de manera profesional?
Yo me entrené un tiempo como actor en el Actor´s Studio de Buenos Aires, y luego de eso llegaron las propuestas para hacer teatro, que muchas veces eran musicales. Había participado en un cortometraje antes, pero era algo muy sencillo. Me gustaría hacer más teatro de texto y actuar en cine. Pienso que es importante estar entrenado todo el tiempo.
Teatro
Si, es lo que más hice. Cuando vivía en Tucumán, al norte de Argentina, participé en varias obras teatrales de género zarzuela como “La verbena de la paloma”; y en Buenos Aires en obras de género musical como “Fantasías”, y “A Nonna Filomena”; y de texto “Lisboa nunca te conocí siempre te amé”, y “Raíces torcidas”.
Mi experiencia ha sido siempre enriquecedora porque esta es una profesión que te permite aprender si uno lo permite, y además es una preparación hacia lo que va a venir que requiere cada vez más compromiso con el trabajo.
Cine
Si, pero como guionista-autor. He filmado “Aporía” (2009) y “El Pozo” (2012). Ambas premiadas en festivales internacionales de cine.
Escribir cine es algo que me apasiona. Este año terminé un nuevo guión que está en preproducción, así que hay que esperar.
¿Cómo actor o modelo has realizado algún desnudo?
No, pero siempre pienso que no tendría problema en hacerlo si está justificado desde el personaje y la necesidad que tenga la escena. El cuerpo debe estar al servicio de contar la historia y si desnudarse ayuda, no veo por qué no hacerlo. Desnudarse porque sí no tiene valor en sí mismo ni aporta nada, sólo distrae.
¿Cómo llega a ti la escritura?
Desde muy chiquito. Aprendí a cantar antes que a escribir, siempre fui muy observador y cuando tenía 8 años empecé a escribir cosas muy pequeñas, como cuentos y poemas. En un momento de mi infancia entendí que escribir me salvaba de muchas cosas.
¿Cómo te has desenvuelto en la escritura?
He publicado hasta el momentos dos novelas “El portador” y “Paisajes internos”; y como autor de cine “Aporía”, “El pozo”, “Butterfly”, y “El camino de Juana”.
La escritura aparece sólo cuando siento que tengo alguna idea masticada o que algo necesita salir, de lo contrario no lo ejercito diariamente, sí no en los momentos de creación, pero una vez terminado el proyecto, descanso.
¿Cómo nace la idea de hacer guiones para cine?
A través de mi primera novela conocí al director Rodolfo Carnevale, y fue él quién me dijo que podía escribir guiones, y así fue. Filmamos dos películas y ahora vamos por la tercera. Luego de terminar de escribir junto a él “El Pozo”, me metí de lleno en una escuela de guión para pulir algunas cosas, porque siempre he sido autodidacta.
¿Qué te ha impulsado a dedicarte a estas profesiones?
No lo sé. Simplemente me dejo llevar por la necesidad, que siempre ha estado ahí.
¿Te identificas con algún personaje de los que has interpretado?
Si, con Manoel, de “Lisboa”, que habla constantemente de la nostalgia y de su familia.
Talento o esfuerzo. ¿Qué consideras que tiene más importancia?
Los dos, pero más pesa el esfuerzo. Hay gente talentosa que no tiene compromiso con lo que hace, entonces no sirve. Y hay gente menos talentosa pero que su esfuerzo los hace superarse y perfeccionarse al nivel de hacer obras hermosas. Creo más en la dedicación y el ímpetu que en el talento.
¿Qué es lo más complejo y qué lo más placentero de tus carreras?
Lo más placentero es hacerlo, sin dudas, tener el privilegio de vivir en el arte. Y lo más complejo es el ambiente, la falsedad y la hipocresía que existe, esa cosa “exitista” que se ha instalado en toda la sociedad, lo detesto. Y me molesta que haya gente que ocupe cargos para los cuáles no están preparados, es como si yo me pusiera a dirigir un hospital, no tengo idea cómo hacerlo. Pero aquí hay muchos que tocan de oído y les vendría bien correrse o al menos prepararse, tener la humildad de poder pedir ayuda si no lo pueden resolver.
El amiguismo también es algo que me molesta, pero bueno, supongo que son cosas que han existido siempre y que soy yo el que debe trabajarlas.
Siempre existe ese alguien que nos inspira, ¿A quién o a quiénes admiras en tu profesión?
Me gusta el trabajo de muchos artistas, pero no admiro a nadie. Admiro a mis padres en todo caso.
He tenido buenos maestros, pero se debe ser cuidadoso con la admiración porque revestimos al otro de algo que puede romperse. He tenido buenas y malas experiencias, y de todo eso saco conclusiones para hacer mi camino. Pienso que cada uno es artífice de su propia vida.
¿Cómo te visualizas en el futuro?
Trabajando mucho, siendo productivo, prolífico y exquisito en mis creaciones. Me veo aprendiendo y también compartiendo eso.
Siempre arriba de un escenario.
¿Qué consejos darías a los lectores de esta revista, personas que luchan por materializar sus sueños?
Que trabajen, estudien, pregunten, trabajen y estudien. Y cuando alguien les diga que no pueden, que se dediquen a otra cosa, que no tienen talento, carisma o no sé cuántas pavadas más, que sigan trabajando y estudiando y así verán que van a llegar a eso que buscan.
Proyectos a futuro
A corto plazo estoy haciendo temporada en el Centro cultural Borges con la obra “Lisboa, nunca te conocí… siempre te amé”, a mediado plazo terminar de ensayar mis conciertos y salir a tocar, también terminar de armar un pequeño show que tenemos junto al actor y cantante Diego Cáceres.
A largo plazo filmar junto a Carnevale “El camino de Juana, terminar mi próxima novela y estrenar una obra de teatro de mi amigo Juan Martín Gonzaléz Leccese.
Personalidad: Ecléctico.
Carácter: Como el mar, a veces bravo, otras en paz.
¿Qué te molesta/enoja?
Me enoja la gente que critica, que hablan sin saber. Me enoja la falta de respeto, el chisme, la estupidez.
¿Qué te hace llorar?
Que no respeten a los animales. Me hace llorar lo inhumano del ser humano. Me hace llorar todo aquello que nos aleje de un buen sentimiento.
¿En que cree Nicolás Manservigi?
Creo en Dios como energía, como algo del universo. Creo en todo porque todo existe. Duendes, santos, fantasmas, extraterrestres. No podemos ser tan egocéntricos de pensar que sólo existimos nosotros ¿no?
Pasatiempo favorito
Caminar con mi perro. Ver películas. Comer cosas ricas y dulces. Dar besos.
¿Quien es Nicolás Manservigi?
Un niño.