Entrevista al actor: Emiliano Montes
Ha participado en obras de teatro como: Fugas. Teatro surrealista en homenaje a Salvador Dalí, Aventuras Electrizantes, Romeo y Julieta, Sueños de San Juan Bosco, Más Allá de la Cordura, Tupac…El Grito, Calígula. Revolución en el mercado místico, entre otras.
¿Cómo podrías describir tu infancia?
Navegadora de ríos, no mares. Visitadora de luna, estrellas y conocedora de distintos planetas que habité. Mucho juego, ser distintos personajes me gustaba mucho y así se iban los días, las noches no, se quedaban para ser recordadas. La tragedia estaba cerca para ser siempre representada.
¿Qué estudiaste en la universidad? En la universidad estudié 3 años Ciencias Económicas, sin nunca decidirme si contador, administrador de empresas o economista era en lo que me iba a especializar, incluso no lo tenía decidido cuando abandoné la carrera.
¿A qué edad descubres que actuar es tu vocación?
Cuando era bebé, sin la ayuda de nadie me subí por una escalera al techo de la casa de mis padres, estaba ahí arriba solo y cuando mis padres me vieron se escandalizaron por el riesgo de que me caiga, además me veían que estaba atraído por los bordes y eso les generaba mas desesperación. Cuando estuve ahí, la distintas perspectivas de ese escenario me gustaron y descubrí que quería buscarlo. Luego crecí y la sociedad sabe adoctrinar para acallar deseos pero, mi inquietud hizo que igual no dejara de actuar. Fue cuando pasado los 12 años que comencé a considerar un juego al le quería dedicar más tiempo, de vocación no sé, nunca estuve seguro. A los 21 años me radico en Ciudad de Buenos Aires y ante tantos estímulos fue recién cuando no pude hacerme tanto el distraído y dedicarme a la formación. El obelisco nunca me llamo la atención, la actuación sí.
¿Qué opinión tuvo tu familia al respecto?
Siempre alentaron mis libertades. No fue raro para ellos ya que volaba desde chico y no precisamente en aviones. Lo duro fue cuando dejé el nido, no para irme a uno vecino sino a uno que no conocían y quedaba a 800 Km. La dureza de la realidad de buscar un juego que estaba lejos de su alcance, sentían que me desprotegían. Luego cuando entendieron que en ese lugar hay mucho hormigón les dio tranquilidad.
Familia
De mi familia nadie se dedica a lo artístico aunque lo aplican en lo que les gusta, quizás sin darse cuenta. Mi papá es maestro panadero, mi mamá es enfermera, mi hermano se dedica principalmente a la comunicación radial y mis dos hermanas trabajan de distintos empleos.
¿Cómo se dan las oportunidades de ingresar a la escuela/cursos de actuación?
Tenía 12 años cuando mi profesor de teatro en la escuela, Oscar Di Sisto, me dijo que tenía potencial para ser actor y que quería que participara en una de sus obras que pronto iba a empezar a ensayar. Esa obra se llamó “Más allá de la cordura” y mi formación al principio fue medio a la par de ensayar esa obra entre otras que luego vinieron. Era chico, principalmente lo tomaba como un juego aunque era consciente de que aprendía herramientas.
A los 21 años se produjo un hecho muy significativo para mí, estaba en San Luis filmando un Unitario de TV que dirigía Gustavo Machado y protagonizaba Norman Briski, durante el rodaje Norman me alentó a que me fuera a Buenos Aires e ingresara a su escuela de formación de actores, me daba una beca para que pueda estudiar y me ofrecía dormir en su teatro si no tenía donde vivir. Nunca me voy a olvidar de este acto solidario, fue el que permitió que me dedicara a formarme profesionalmente en esto y encausar mi pasión.
¿Cómo llega la oportunidad de incursionar en actuación ya de manera profesional?
La primera persona que me convocó me conocía porque había sido mi profesor de teatro en la escuela, yo consideraba que era una locura que me llamara pero me parecía divertido darme lugar a esa experiencia. Después empecé a ser convocado para cortometrajes y algunos largometrajes nacionales para hacer pequeños roles. El tema de que porque se daba la oportunidad mucho no lo entiendo, no me detuve en entender tanto eso, es más, nunca entendí porque me convocaban, si bien hacía bastante teatro no consideraba que fuera destacado lo que hacía.
Hoy considero que esas oportunidades se daban por el hecho de hacer, aunque el devenir me parece inatrapable.
Televisión
En televisión participé poco, nunca me llamó mucho la atención, es muy cuadrada aunque ahora son más rectangulares.
Fue rica y multiplicadora la experiencia de trabajar en el unitario “Justicia”, tenía un rol que me permitía desarrollo actoral y estaba rodeado de compañeros que admiro. Lo demás como spot y publicidades para TV fueron experiencias efímeras que sirvieron para hacer algo de dinero.
Teatro
He participado en 15 obras de teatro y varias intervenciones teatrales, cada experiencia tuvo su complejidad y generó placer durante su desarrollo tanto en el proceso de ensayos como luego de su estreno.
Cine
En cine “Iluminados por el fuego”, “Chiche Bombón”, “Dictablanda” son algunos de los largometrajes que participe. Además estuve en mediometrajes y cortometrajes, de estos “Idea” es uno de los que más disfruté.
Los 2 Mejores Proyectos en actuación…
La complejidad como las características únicas que tiene cada proyecto en el que estuve hacen que no pueda decir cual es mejor o peor, para mí es incomparable cada experiencia. Quizás los mejores proyectos fueron los que no llegaron nunca a estrenarse, el hecho de la frustración o fracaso multiplica las posibilidades de modificación y crecimiento, aunque no siempre.
¿Cómo te inicias en la dirección artística y que te ha dejado de aprendizaje?
“Calígula. Revolución en el mercado místico.” fue mi inicio en la dirección. En ese momento consideré que como el rol de Calígula no se dejaría dar órdenes por nadie sería un error buscar un director, entonces me decidí a dirigir yo pero desde el rol, no desde Emiliano, aunque al ser rol el que dirigía era Emiliano Calígula. La experiencia de aprendizaje estuvo atravesada por las instancias del rol, fue una experiencia esquizo.
¿Como te incias en la dramaturgia y cuales han sido los trabajos mas especiales para ti?
Al igual que en dirección “Calígula. Revolución en el mercado místico.” fue la obra que me inició a ser dramaturgo. Estaba en el proceso de ensayo de “Calígula” de Albert Camus y consideraba que estaba mal escrita además de no tener potencialidad teatral aunque sí literaria, entonces por rebeldía me animé a escribir mi historia de Calígula buscando una potencialidad teatral que no tenía la de Camus.
“Vestigios (piedra angular de un desayuno nutritivo)” es para mí especial ya
que el proceso de escritura fue un caos y con alto nivel de disociaciones, me obligo a investigar mucho cuestiones como el silencio, la militancia, el anarquismo, la política y otros temas que la obra proponía y me servía de escusa para investigarlos.
¿Has trabajado de modelo?
No, aunque tranquilamente mis canas del cabello podrían serlo.
¿Cómo actor o modelo has realizado algún desnudo?
En Calígula gran parte de la obra estaba desnudo. No lo vi como una oportunidad, esa la tengo en la ducha, sino fue porque la dramaturgia lo requería y no exhibicionismo posmoderno.
¿Qué te ha impulsado a dedicarte a esta profesión?
La angustia y el miedo a la muerte, la necesidad querer vivir otras vidas.
¿Te identificas con algún personaje de los que has interpretado?
Me identifico con los que todavía no interpreté.
Talento o esfuerzo. ¿Qué consideras que tiene más importancia?
No creo en el talento, creo en el trabajo y lo inatrapable que hace que algunas cosas nos salgan con mayor facilidad que otras.
¿Qué es lo más complejo y qué lo más placentero de tus carreras?
Las carreras implican tener buenos calzados para no lesionar las rodillas. La profesión no lesiona pero a veces hace complejo conseguir estabilidad, lo placentero es comer gracias al trabajo que uno desea y realiza.
En las obras de teatro o presentaciones de baile se dan anécdotas ¿Nos recuerdas alguna?
Recuerdo que cuando falleció mi abuela Susana, fue el día que cumplía 15 años y esa noche tenía función de “Más allá de la cordura”. Para cuidarme mis compañeros quisieron suspenderla pero yo me negué, pensé que a mi abuela le hubiera gustado que la haga y entonces realizamos la función. Fue mi mejor función y recuerdo cada momento de ella.
¿Cómo te visualizas en el futuro?
No visualizo, siempre hay muchas nubes, me preocupo por el hacer.
A todo lo que te dedicas, cada rubro, ¿qué ha aportado a tu vida?
Distintas perspectivas, crecimiento, nuevas ventanas.
Proyectos a futuro …
Seguir en los grupos de teatro que estoy, están involucrados a lo social, a lo político cultural, las bases. El desafío será hacer nuevas creaciones ya que lo coyuntural es complejo aunque no deja de ser una posibilidad que potencia lo inventivo, la necesidad de crear para que la angustia no paralice.
A largo plazo no proyecto nada, no me preocupa, no se ve la costa asique lo que queda es navegar.
Parte favorita de tu cuerpo y porque…
Las pies, porque soportan el caminar.
¿Cómo te defines en tu personalidad?
Que me definan lo demás por lo que hago, yo soy de regar las plantas.
¿Cómo defines tu carácter?
Sanguíneo o al menos eso creo, por las venas al menos corre sangre.
¿Qué te molesta/enoja?
La hipocresía, el sesgo ideológico, la especulación en las vinculaciones, la falta de sal en los huevos fritos.
¿Qué te hace llorar?
La cebolla.
¿Qué tipo de lectura te gusta?
Sí, cualquier cosa menos Humberto Eco y la revista “Para Tí”. Generalmente leo sobre filosofía, economía y política, de teatro poco.
¿En qué cree Emiliano Montes?
En los cuerpos, en las vinculaciones, en las acciones de las personas. Somos lo que hacemos, hace rato que dios se fue de joda.
¿Quién es Emiliano Montes?
Alguien que no será recordado por nadie en 100 años.
PH: German Goya